16 calles (Sixteen Blocks). Richard Donner. 2006
Richard Doner (Arma Letal, Los Goonies, Superman, La profecía,...) es uno de esos directores ya viejos, que hacen su trabajo eficazmente desde siempre. Puede que lo que venda no sea una joya de la innovación, ni es underground ni original pero Richard Donner es un clásico del cine comercial de calidad. Lo que es de agradecer en tiempos de historias huecas, efectos especiales y artificios de cámara que no aportan nada.
Tras su última película, la mediocre adaptación de Rescate en el tiempo (Timeline) de Michael Crichton, vuelve con esta película de acción que da lo que promete. Esta película es un volver a los primeros 90s con un Bruce Willis cada vez más adorable, en lugar del loco de Mel Gibson en Arma letal.
Ahora también el asunto va de polis. Los hay buenos y los hay malos, y siempre está el tema del honor y la justicia, que hace de intermediaria entre los que van al cielo y los que se pudren en el infierno.
Jack Mosley es el personaje que interpreta Willis, un policía cansado de todo, alcohólico, viejo y achacoso, al que le encargan trasladar a un preso al juzgado para que declare. Sólo ha de recorrer 16 manzanas (que dicen los americanos), trecho que le separa del tribunal, y ha de hacerlo antes de las 10 a.m. Es el centro de Nueva York en hora punta: 118 minutos es el plazo de entrega. Pero surgen complicaciones...
Como secundarios aparecen Mos Def (Guía del autoestopista galáctico), el preso negro al que escolta, que hace de un pobre desgraciado medio lelo y que nunca cierra la boca, y aparte, David Morse, uno de esos secundarios típicos (Bailar en la oscuridad, La milla verde, Contact...). Siendo Morse un actor de segunda fila, cumple con su papel de poli corrupto, y Mos Def, que hacía gracia en la peli basada en el libro de Douglas Adams porque es un cómico, aquí se hace insoportable en algunos momentos. La pareja Willis-Def no me gustó por esto último.
También habéis de saber que en 1977 Clint Eastwood dirigió una de sus primeras películas, llamada The Gauntlet (Ruta suicida) con un argumento tan similar a éste, que de lo que aquí hablo roza el remake. La diferencia es que en aquélla, Clint escoltaba a una muchacha (su Sondra Locke) y todo era más humorístico que aquí.
Así que, ésta es una película simple, sin grandes artificios, con muchos tópicos, con una historia sencilla que se descubre desde los primeros minutos, donde la persecución es el principal aliciente y, los tiros, las escapatorias y las últimas oportunidades, se suceden a un ritmo endiablado. Eso sí, la película nos da a entender una cosa para posteriormente jugárnosla, porque Richard Donner no es un cualquiera, y sabe que para entretener y deslumbrar en el cine de palomitas hay que hacer algo más que matar a los malos.
Tras su última película, la mediocre adaptación de Rescate en el tiempo (Timeline) de Michael Crichton, vuelve con esta película de acción que da lo que promete. Esta película es un volver a los primeros 90s con un Bruce Willis cada vez más adorable, en lugar del loco de Mel Gibson en Arma letal.
Ahora también el asunto va de polis. Los hay buenos y los hay malos, y siempre está el tema del honor y la justicia, que hace de intermediaria entre los que van al cielo y los que se pudren en el infierno.
Jack Mosley es el personaje que interpreta Willis, un policía cansado de todo, alcohólico, viejo y achacoso, al que le encargan trasladar a un preso al juzgado para que declare. Sólo ha de recorrer 16 manzanas (que dicen los americanos), trecho que le separa del tribunal, y ha de hacerlo antes de las 10 a.m. Es el centro de Nueva York en hora punta: 118 minutos es el plazo de entrega. Pero surgen complicaciones...
Como secundarios aparecen Mos Def (Guía del autoestopista galáctico), el preso negro al que escolta, que hace de un pobre desgraciado medio lelo y que nunca cierra la boca, y aparte, David Morse, uno de esos secundarios típicos (Bailar en la oscuridad, La milla verde, Contact...). Siendo Morse un actor de segunda fila, cumple con su papel de poli corrupto, y Mos Def, que hacía gracia en la peli basada en el libro de Douglas Adams porque es un cómico, aquí se hace insoportable en algunos momentos. La pareja Willis-Def no me gustó por esto último.
También habéis de saber que en 1977 Clint Eastwood dirigió una de sus primeras películas, llamada The Gauntlet (Ruta suicida) con un argumento tan similar a éste, que de lo que aquí hablo roza el remake. La diferencia es que en aquélla, Clint escoltaba a una muchacha (su Sondra Locke) y todo era más humorístico que aquí.
Así que, ésta es una película simple, sin grandes artificios, con muchos tópicos, con una historia sencilla que se descubre desde los primeros minutos, donde la persecución es el principal aliciente y, los tiros, las escapatorias y las últimas oportunidades, se suceden a un ritmo endiablado. Eso sí, la película nos da a entender una cosa para posteriormente jugárnosla, porque Richard Donner no es un cualquiera, y sabe que para entretener y deslumbrar en el cine de palomitas hay que hacer algo más que matar a los malos.
Jack Mosley (Willis): No soy una buena persona...
Eddie Bunker (Mos Def): Yo tampoco...
Eddie Bunker (Mos Def): Yo tampoco...