sábado, febrero 24, 2007

La ley de la calle. Francis Ford Coppola. 1983

Como es muy bonita, pondré fotos y diré sólo que es algo así como si Mickey Rourke fuera la reencarnación de James Dean (el mejor papel que ha hecho en su vida). Matt Dillon hace de su hermano, al cual quiere imitar, y también aparece Dennis Hopper haciendo de padre de ambos. Si a eso se le añade un Nicholas Cage post-adolescente y con tupé, pues sale una película de bandas más que curiosa. Bonita de ver, con algún toque bestial acerca de la inadaptación, y muchos, muchos detalles.


Pobre Rusty James...
Valoración: 8

El gran silencio. Philip Gröning. 2006

El gran silencio es un documental rodado durante un par de años (el director pidió el permiso a la orden de los Cartujos y le dijeron que sí 20 años después) sobre la vida en el monasterio suizo de la orden cartuja, que es posiblemente, el más antiguo (del mundo occidental) en el que aún viven monjes de clausura.

La película es larga, son casi 3 horas de silencio puro y duro. Sólo se oyen los ruidos de un lugar en el que casi no hay ruidos. Se muestra la vida cotidiana de los monjes, cortándose el pelo unos a otros, comiendo, rezando, yendo de excursión a la montaña (debe existir un día al año en el que se permiten el lujo de hablar y reírse), etc.

Cuando uno ve esta película sabe a lo que se expone, del mismo modo que si uno se bebe un chupito doble de Stroh, vomita instantáneamente. Esta película es para amarla o para odiarla. Es como ver un pedazo de la vida pero sin toda la parafernalia que nos rodea. Es como ver un Gran Hermano con dignidad, porque los que aquí salen no hablan, no dicen tonterías y sonríen con felicidad, como quien no espera cosas de la vida, como si DE VERDAD fueran felices haciendo lo que hacen (y lo que no hacen). Eso es lo apasionante de ver a estos monjes. Su felicidad es hipnótica. Tras ver el documental es como si te hubiesen hecho reflexionar sobre el paso del tiempo.

¿Recuerdan ustedes esas imágenes a cámara fija donde se ve avanzar un paisaje del día a la noche en cuestión de segundos? Pues aquí el paisaje no avanza, sino que somos nosotros los que vamos a 500x.

Miren las siguientes imágenes, piensen unos segundos en lo que les sugieren (todas juntas y por separado) y después decidan si quieren ver El gran silencio o no.



Recomendación: usen como referencia El sol del membrillo (1992), de Víctor Erice.

Valoración: 9

I walk the line. John Frankenheimer. 1970

El título en España es Yo vigilo el camino, otra adaptación infame.
John Frankenheimer es el padre de la acción. Cada vez que pienso en El tren (1964) me sube un escalofrío por la espalda y me vienen a la cabeza mis escarceos con el Commandos 1, 1.5, 2 y 3. Y algo así me ocurre también con El hombre de Alcatraz, ése señor (otra vez Burt Lancaster) que criaba canarios para desestabilizar el sistema. Estos son algunos ejemplos.

En 1970, se aproximaba el amargor de la psicodelia 60s, y de ahí surge que Johnny Cash sea el alma de esta película. Y lo es no porque la protagonice sino porque con sus canciones (la que da nombre al film es la principal) ayuda en gran medida a un parco Gregory Peck a mostrar sus sentimientos.

La historia va de un sheriff apocado y tristón que se enamora de una jovencita, hija de un fabricante de licor ilegal. A partir de ahí, todo va degenerando en unas consecuencias traumáticas. Las cosas no son lo que parecen. Las trampas de unos, la familia, el dejarlo todo por un capricho, el amor, el desamor, la rectitud...

Valorándola técnicamente hay que hablar de preciosos travellings, de cambios de ritmo y de alguna combinación preciosa de planos partidos en donde se enfoca cerca-lejos y se encuadran dentro distintos personajes para dar cabida a todas las caras durante una conversación más que tensa.

Los actores regular, muy impostados, sobre manera Tuesday Weld, la chica. Los demás ni fu ni fa. Gregory Peck excelente, con esa tosquedad y rudeza, su presencia y unos gestos duros con la cara que te hacen dudar sobre el veredicto que su mano repartirá sobre tu cara.

En líneas generales, me había creado más expectativas sobre la película. Pensaba que sería más violenta, con más acción, y ha resultado ser un drama al uso, sobre la lucha de un hombre gris contra su rutinaria vida. La primera media hora me pareció aburrida y lenta, pesada, para luego ir entreteniendo poco a poco. Dura una hora y media, pero bien podría haber durado 70 minutos.


Valoración: 6